Si repentinamente decidieras dejar de fumar, tu cuerpo se recuperaría relativamente rápido de la abstinencia producida por la ausencia de la nicotina (los peores síntomas, generalmente, se dan durante los tres primeros días o menos), pero la dependencia psicológica que ejercen los cigarrillos puede ser mucho mñas difícil de enfrentar.
Una forma de combatir este flagelo es haciendo un poco de auto-análisis antes de decidir abandonar.
Haz una lista de dos columnas, La primera bajo el título "¿Por qué quiero dejar de fumar?"
En la primera columna, lista todas las razones que recuerdas por las que comenzaste a fumar. ¿Fue por presión de tus amigos? ¿Rebelión?
¿Creías que te haría parecer más listo? ¿Te sentías como un adulto cuando fumabas?
Trata de recordar, verdaderamente, aquellos motivos que te impulsaron al cigarrillo y ubícalos en la columna.
Ahora, revisa esta lista. ¿Alguno de estos motivos todavía tiene relevancia en la actualidad? Posiblemente, no.
Si eres como la mayoría de las personas, verás que las razones por las que te transformastes en un fumador ya no son válidas.
A menudo, incluso, podrías encontrarlas tontas, y sin peso en comparación con los problemas de salud que podría ocasionarte y con el prejuicio ocasionado a tu familia en caso de que algo malo te ocurriera.
Ahora, muévete hacia la columna dos...¿Por qué deseas dejar de fumar?
Aunque parezca obvio, esta pregunta puede ser un poco tramposa. De hecho, es preciso que te tomes algo de tiempo para pensar a fondo esta cuestión.
y no te límites a las cuestiones obvias de salud. Has visto informes en la televisión, leído artículos en el periódico y nada ha resultado, de modo que necesitas encontrar alquellas razones que verdaderametne tienen un significado para ti.
La mayoría de los motivos que las personas mencionan no te ayudarán a dejar de fumar...
- No quiero padecer cáncer de pulmón.
- No quiero sufrir un ataque cardíaco o una parálisis.
- Me gustaría vivir lo suficiente como para ver a mis nietos crecer.
Seguro podrías parecer cáncer de pulmón, seguro podrías tener un ataque cardíaco y seguro podrías perderte el crecimiento de tus nietos... o no.
No es posible que rompas una fuerte adicción psicológica basándote en lo que podría suceder.
Tu mente hará lo posible por convencerte de que nada de esto sucederá. Entonces, enumera los problemas de salud que ya estás experimentando.
Tu lista debería citar aquellas cosas que te hacen infeliz y que te sientes fuertemente motivado a cambiar. En vistas de destruir tu adicción pshicológica, necesitas un arsenal de nuevos pensamientos y deseos que sean más poderosos que tus deseos de fumar.
Estos son algunos ejemplos de lo que podrías poner en la columna número dos...
Razones de salud
- Me quedo sin aliento sólo con exigirme un poco. Las tareas de limpieza del hogar son suficientes para jadear y quedar boquiabierto.
- Mis pies están siempre fríos. Esto podría ser por la elevada presión arterial o por la pobre circulación asociada al ciegarrillo.
- Tengo resfríos espantosos y siento que mi nariz va a quedarse en el pañuelo. La secreción de mucosa en la reacción del cuerpo ante todas las toxinas y químicos contenidos dentro del humo cigarrillo y podría ser precursora de enfermedades respiratorias serias. Incluso cuando no contrajera cáncer, no quiero ser una de esas personas que tienen que movilizarse con tubos de oxigeno a donde quiera que van.
- Siempre esto cansado. Podría ser que mi cuerpo estuviera utilizando todas sus energías en eliminar las toxinas y los químicos del cigarrillo.
- El tabaquismo ocasiona envejecimiento prematuro. No quiero que mi cuerpo parezca un mapa arrugado antes de tiempo.
- Mis dedos, mis uñas y dientes se manchan con tabaco. Qué desgradable! Qué vergûenza!
- Cuando subo al ascensor despúes de haber fumado un cigarrillo, todos se tapan la nariz, contienen la respiración o se alejan de mí porque apesto. Me sietno como un leproso medieval. Es difícil siempre ser "el que apesta" en el elevador. Siento que no tengo control sobre mí.
- Si ahorrara todo el dinero que utilizo para comprar cigarrillos, tendría lo suficiente para irme de vacaciones a Cancún (o algún otro sitio tropical) cada invierno.
- Podría usar el dinero para pagar mi tarjeta de crédito.
- Podría donar el dinero a una institución benéfica o a acciones de caridad. El dinero que gasto en tabaco podría hacer de este mundo un lugar mejor.
- Mi familia dejaría de preocuparse por mí.
- Mi esposa tendría que encontrar un nuevo motivo para regañarme.
- Mis hijos estarían orgullosos de mí y posiblemente, nunca comiencen a fumar, habiendo visto de cerca los efectos destructivos que tiene.
- Las paredes solían ser blancas. Ahora tiene un tinte marrón enfermizo. Tengo que volver a pintar.. otra vez.
- Yo apesto, mi coche apesta, mi casa apesta, todo lo que yo tengo tiene olor a cigarrillo. Ni siquiera puedo prestar un libro a un amigo no fumador por que podrían desmallarse del olor penentrante del cigarrillo através de las páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario